“La crisis doméstico y las relaciones cada vez más tensas con el gobierno de EE.UU. generarán una nueva migración: 250.000 nicaragüenses se irán este año”.
Por Carlos F. Chamorro (Confidencial)
HAVANA TIMES – El avería de las relaciones entre el gobierno de Estados Unidos, el principal socio comercial de Nicaragua, y la dictadura Ortega-Murillo está desencadenando una nueva ola migratoria entre los nicaragüenses que “no ven futuro para el país, ni una salida política presente a la crisis doméstico. » Estas son las conclusiones del politólogo Manuel Orozco, investigador de Diálogo Interamericano.
En una entrevista con Confidencialel politólogo advirtió que si admisiblemente la suspensión de la cuota de exportación de azúcar de Nicaragua «no tendrá un gran impacto crematístico», es un indicio de que Estados Unidos podría adoptar otras medidas «quirúrgicas» dirigidas a sectores como la minería y las fábricas en el zonas de evadido comercio.
El 19 de julio, Daniel Ortega rechazó categóricamente la idea de un posible diálogo con Estados Unidos. ¿Cómo interpreta Washington este rechazo, cuando hace tan pronto como tres meses, según se informa, Ortega buscaba acercarse a la Dependencia Biden?
Positivamente no podría acontecer sido más claro con su relato a que esto es como poner una soga en torno a del cuello. Básicamente refleja una afición del régimen, que no tiene otra forma de vincularse a la comunidad internacional.
Las cosas que querían discutir y las ventajas que buscaban con la comunidad internacional son cosas que no pueden tener. Querían una gracia para su política de impunidad, incluida la matanza de la [international] sanciones que se han impuesto a más de 60 personas.
El régimen tiene en sus manos las herramientas de la represión: el monopolio de la fuerza, la criminalización de la democracia y su populismo crematístico. Nadie de estos tres utensilios está respaldado por el consenso o por un espíritu de cooperación y negociación. Por lo tanto, estas herramientas represivas tienen una vida útil corta; eventualmente, se desgastarán y no habrá forma de sostenerlas.
La nueva ola de migración
Cuando Ortega dice que no habrá diálogo con Estados Unidos, mucha parentela en Nicaragua lo interpreta como que no hay salida política, no hay futuro. ¿Tiene esto algún impacto en la ola migratoria que vive el país?
Claro que lo hace. Si miras las encuestas que se han hecho, hay una correlación estadística muy cachas entre quienes expresan intenciones de marcharse y su visión de la situación política del país. No es sólo una cuestión económica.
La mayoría de los nicaragüenses dicen que no ven futuro en este país. Entonces, sí, el mensaje “sin diálogo” significa para ellos que no hay opciones para [a decent] la vida aquí Este año, al menos 250.000 nicaragüenses se irán o han dejado el país: cerca de 100.000 están solo en EE.UU. y más de 40.000 se han ido a Costa Rica, más otros 10.000 que han emigrado a España. Ahora estamos en la marca de medio año, y la tendencia es formidable. Están gobernando un país de fantasmas.
Estados Unidos dice que está dispuesto a murmurar con Ortega, pero que el régimen tiene que cambiar su comportamiento. Sin bloqueo, si Ortega ha centralizado todo el poder para imponer un régimen totalitario – ¿Qué podría hacerle modificar ese rumbo? ¿Por qué cambiaría Ortega?
Nicaragua está gobernada por dos presidentes: Rosario Murillo y Daniel Ortega. No necesariamente hay un consenso entre ellos sobre cómo dirigir el país. La modo de alcanzar que se sienten en el [negotiating] es a través de claros indicios de que su control del poder va a tener un emoción directo y coyuntural en la vida económica y social de sus hijos, quienes son sus herederos. Quieren construir una dinastía que no dure mucho, menos que la de los Somoza, y que repercuta en el futuro de este pueblo.
En segundo ocasión, ahora hay una anciano precisión quirúrgica sobre cómo presionar al círculo medio en torno a de Rosario Murillo -la policía, el sistema penitenciario, la justicia- precisamente para demostrar que no hay más tolerancia con este tipo de actividades. Eso tendrá el emoción de una anciano presión para sentarse y negociar.
Estados Unidos acaba de suspender a Nicaragua la cuota de exportación de azúcar a precios preferenciales. Esto equivale a una pérdida de unos 7 millones de dólares para 2023. ¿Este mensaje va dirigido a Ortega oa los grandes empresarios?
Es un mensaje para los dos. Es un indicio de que Estados Unidos ejerce un gran poder crematístico sobre Nicaragua, y que de esta modo pueden ir apretando las tuercas, poco a poco, para dejar clara la importancia de los cambios políticos en el país.
La cuota de azúcar efectivamente tiene poco impacto crematístico. Los impactos económicos sobre la rentabilidad del régimen van a venir a posteriori, en aspectos relacionados con la minería -que beneficia más directamente al régimen- e incluso sobre algunas empresas de la Zona Franca, que están bajo el control de los sindicatos aliados sandinistas. Entonces, esta es una señal muy clara de que no se debe retar con Cafta.
¿Un papel cívico para la empresa privada?
El sector privado está siendo objeto de una perjuicio permanente, económica y además política. Incluso hay algunos [political] presos del sector privado. ¿Este sector puede proceder como una especie de contrapeso, o retar algún tipo de papel cívico frente al régimen orteguista?
Han tratado de proseguir algún tipo de rol cívico en Nicaragua denunciando esta perjuicio. Los grandes intereses empresariales llevaron a la examen nicaragüense a sentarse a negociar con el régimen de Daniel Ortega en 2019. En el momento presente, su papel ha sido proseguir un alianza, un diálogo entre diferentes sectores empresariales, pero además con otros grupos cívicos nicaragüenses. Los grupos cívicos nicaragüenses son conscientes de que no vale la pena satanizar a estos líderes empresariales, pero que además hay un precio que fertilizar por no tolerar más extorsiones.
Los grupos cívicos son conscientes de que los grandes capitalistas están siendo sustancialmente afectados, y ese hecho los va a terminar empujando a no estar dispuestos a sentarse a aceptar ningún tipo de arreglo con los sandinistas.
Sin bloqueo, lo único que se sabe ahora es que hay un silencio total por parte del sector privado, del gran hacienda, de los gremios, a pesar de esta situación de perjuicio que es un hecho periódico, y de la existencia de algunos negocios privados. líderes que son presos políticos.
Es un silencio similar al silencio de los nicaragüenses fruto de la civilización del miedo que impera en el país. Los dueños de la empresa además protestan por la perjuicio, pero saben que si lo hacen públicamente, los van a enjaular.
Yo creo que sí, hay una gran desliz de comunicación, que algunos empresarios no quieren tener esa comunicación (…) En parte se sienten frustrados, porque vieron que la Coalición Doméstico era un desastre, pero además porque necesitan más motivación. La motivación debe venir de interiormente. Es muy importante que el gran sector empresarial asuma un papel cívico mucho más protagónico, o al menos visible interiormente de determinados sectores. No van a salir a la calle a protestar, pero tienen que hacer memorizar que su corazón está con Nicaragua.
Posteriormente de los cortaduras azucareros, ¿minería y zona franca?
Frente a el avería de las relaciones entre la dictadura y el gobierno de Estados Unidos, este final parece estar diciendo claramente: “No puedo seguir dándole un trato crematístico preferencial a Nicaragua”, como en el caso del azúcar. ¿Qué viene a posteriori de la suspensión de la cuota de azúcar?
Creo que vienen varias cosas: una tiene que ver con la minería, y otras con las zonas francas. Muchas empresas de las zonas francas son empresas estadounidenses que ahora están recibiendo mensajes de su gobierno de que no es productivo proseguir una relación en un país que opera impunemente.
En el caso de Cafta, vienen algunos utensilios quirúrgicos: por ejemplo, tomar en cuenta cómo Nicaragua está violando los acuerdos laborales de Cafta; cómo las concesiones mineras del país están violando los acuerdos ambientales del Cafta y los derechos indígenas. Igualmente estarán atentos a otros sectores importantes que han participado en la exportación a Estados Unidos, como el café y la carne vacuna.
El movimiento demócrata en el desarraigo
Hoy, la dictadura ejerce su anciano cuota de poder y control político en el país, con el último apoyo político histórico de su historia. ¿Qué alternativas tiene la examen en el desarraigo para cambiar el firmeza de fuerzas políticas e impactar en esta situación?
El movimiento cívico nicaragüense tiene claro que deben desarrollar campañas distintas pero simultáneas para reforzar la autoestima de los nicaragüenses, comenzando por la forma en que se están enviando las remesas familiares, así como la lucha contra la censura y la desinformación.
Los nicaragüenses no conocen el significación de la corrupción que existe en Nicaragua; no conocen los detalles de cómo la grupo de Daniel Ortega y Rosario Murillo han estado robando al país. Se está consolidando el movimiento cívico, se están creando estrategias de comunicación entre los nicaragüenses, y eso además va a repercutir en el firmeza de poder que hay en el país. La disidencia sigue creciendo al interior del régimen, y algunos ya están dispuestos a retirar el apoyo a Rosario Murillo. Ese es el meollo del asunto.
No obstante, el estado policial permanece inmaculado. ¿Cómo desde el desarraigo la examen puede recuperar espacios de desenvolvimiento al interior del país? ¿Hay alguna esperanza de encontrar una forma de liberar a los presos y arruinar con el estado policial?
El anciano peso para un cambio en la correlación de fuerzas reside en el papel de la comunidad internacional. La posición de varios países tiende a aumentar la presión sobre el régimen.
En el corto plazo, no hay perspectivas de reducción del estado policial, ni de independencia de los presos políticos, porque el régimen está dispuesto a proseguir esta situación de impunidad durante los próximos 18 meses. Eso significa que están poniendo todos sus esfuerzos económicos y políticos para este fin.
La campaña que se realizó recientemente para evidenciar el avería de los presos políticos incidió en permitir las visitas recientes, pero la tortura que están soportando, el trato inhumano e injusto, el hecho de proseguir a estas personas en la prisión, sigue siendo un punto de crítica internacional que seguirá creciendo.
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